El maestro artesano Manuel Pérez lo agregó a su “galería” de esculturas, como para festejar a la ciudad.
La gran Catedral de la Inmaculada tiene no solamente la réplica, en madera, obra del artista Ángel María Figueroa; ahora, Manuel Pérez, artesano, ha trabajado un modelo a imitación del mayor templo católico del país, en pan.
La catedral de pan es harina, levadura y aditamentos convertidos en arte, con sus cuatro pisos y sus torres, sus cúpulas y sus portales, la escultura de Santa Ana entre las torres.
En la catedral, la magia del arte resalta por sus arcos románicos de medio punto como base fundamental de la construcción: en la estructura, en la fachada, en las puertas o en los vitrales. El maestro artesano ha replicado, también, en su obra de pan, arcos sucesivos para configurar una obra que imita a la catedral cuencana.