El Gourmet Urbano: Cerveza artesana de Vigo con premio mundial

jueves, 8 de junio de 2017

Cerveza artesana de Vigo con premio mundial

Amigos y compañeros de trabajo, empezaron juntos a hacer elaboraciones caseras y juntos suben al podio

Como consumidor de cerveza, Manuel Núñez empezó a interesarse por ella hace décadas, haciendo estudios de campo en las estanterías de los supermercados. Aquellas primeras rudimentarias investigaciones ya le dejaron claro que a pesar de la aparente variedad, en el fondo todo era lo mismo en graduación y estilo. «Creada para beber muy fría, como un refresco para adultos, cuando a nivel mundial hay infinidad de variedades. Unos 80 reconocidos y más de un centenar sin oficializar», afirma. A partir de ahí le obsesionó la literatura sobre el tema, fue haciéndose con publicaciones especializadas, irrumpió Internet en la escena y se lo puso mucho más fácil.



Además de informarse, al ourensano residente desde hace muchos años en Vigo, donde ya han nacido sus hijos, le entró poco a poco el gusanillo de intentar saber cómo se hace y también se fue a hacer un curso a Asturias para tener alguna referencia más real a lado de expertos.


Lo mismo le pasó a Román Núñez, con el que acaba de recibir un reconocimiento internacional, el SJ Poor Challenge 2016. Recorrieron el camino juntos. «Román y yo somos compañeros de trabajo en la Administración y en una ocasión, de casualidad, me contó que había intentado hacer una cerveza con un método muy sencillo que se llama por extracto y es casi tan fácil como hacer un Cola-Cao», indica. Probaron, salió bien y desde entonces se metieron más en el tema. Empezaron usando una vieja olla esmaltada con capacidad para 30 litros que con las evaporaciones se les quedaban en 20 litros, diez para cada uno. «La buena cerveza se hace con ingredientes naturales y materia prima de primera calidad y eso era lo que nos interesaba, hacer cerveza al estilo all grain, sin usar extractos», explica. Siguiendo unos procesos basados en tiempos, temperaturas, ph y otros factores puedes llegar a hacer cervezas de gran calidad», afirma. Sobre las industriales, Núñez opina que es imposible hacer una cerveza de calidad que cuesta en tiendas 30 céntimos «a no ser que uses residuos de cosechas de lúpulo».

El año pasado se presentaron al concurso Match Beer que organiza la ACCE (Asociación de Cerveceros Caseros Españoles), una competición por equipos al que ellos acudieron en representación de Galicia compitiendo contra otros dieciséis. Se proclamaron campeones de España por equipos presentando los tres estilos obligatorios. «Uno de ellos, el de la dubbel belga, lo hicimos Román y yo. Logró la mejor puntuada de todo el campeonato, lo que nos dio acceso a una beca para participar en el torneo internacional SJ Poor Challenge, con todos los gastos de inscripción y envío pagados», cuenta. En este certamen concursaron con otro estilo también belga, el saison, una elaboración fresca de baja graduación que, según explica, se hacía en primavera en las granjas para beber en verano. También fueron los ganadores del torneo que por primera vez se lleva un concursante no anglosajón. Los participantes son a la vez juez y parte, ya que todos valoran las cervezas de los demás. «Es un torneo para elaboradores caseros, no profesionales», aclara.

Ellos siguen teniendo esta actividad cervecera como pasatiempo, aunque no descartan hacer algo con sus elaboraciones a nivel comercial pero a muy largo plazo. «El que nos hayan dado este premio no se nos puede subir a la cabeza. Además de conocimientos hay que tener un capital que respalde el negocio. Una fábrica de Estados Unidos está interesada en hacer kits cerveceros con nuestra receta y si se consigue se nos asignará un porcentaje de ventas.

Por ahora, los que disfrutan la cerveza que producen bajo el nombre de Vikus Brewering son ellos mismos, su entorno de familia y amigos y los miembros del club al que pertenecen, la Asociación Cervexeira Viguesa Cervia. Los socios se reúnen en el local de un antiguo bar ubicado en Heraclio Botana 6. Allí se juntan de jueves a sábado, se turnan para estar detrás de la barra y servir a los miembros (cerca de un centenar), que no tienen por qué ser elaboradores de cerveza artesana para formar parte del club donde también se hacen catas, cursos y eventos relacionados con la cerveza

BEGOÑA R. SOTELINO

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