El Gourmet Urbano: ¿A qué sabe tu vino? Depende de la copa en que lo tomes

jueves, 13 de octubre de 2016

¿A qué sabe tu vino? Depende de la copa en que lo tomes

Quizás no te habías dado cuenta, pero tu percepción del vino puede variar según la copa en la que lo tomas. Un recipiente de buena calidad y con la forma adecuada es esencial a la hora de que el vino exprese todas sus cualidades.



No es lo mismo tomarse un vino en una copa de cristal de alta gama que hacerlo en un vaso de plástico, y lo sabes. Para darse cuenta no hace falta ser entendido, sino hacer una prueba sencilla, vertiendo el líquido en dos copas distintas, en dos recipientes diferentes. Verás que hasta el agua sabe de otra forma ¿O no eres de los que te has dicho alguna vez que tu refresco favorito te gusta de botella y no de bote o de pet? Con el vino, un elemento líquido cargado de aromas y sabores que apetece disfrutar, pasa igual, por lo que la copa cobra una especial importancia si a ti lo que te gusta no es solo beberte el vino, sino disfrutarlo a tope. Te damos algunas claves de uno de los mejores fabricantes de copas de cristal para vino y destilados del mundo, Riedel, a través de su portavoz en España, Jordi Segura:

Equilibrio. Una buena copa de cristal no puede ser cabezona, tiene que asentarse firme en la mesa.

Transparencia. El cristal tiene que ser neutro, no distorsionar colores que nos puede apetecer apreciar, sobre todo si bebemos rosados o vinos con años de crianza en botella.

La forma es lo más importante después del material, que preferiblemente ha de ser cristal, ya que según la silueta de la copa, se pueden concentrar unos aromas mejor que otros. Por ejemplo, copas estrechas, por lo general, no son buenas para meter la nariz y empezar a percibir fruta o especias.

Según sea la forma de la copa y sobre todo su parte superior, su abertura, ésta “lanzará” el vino a una parte u otra de la boca, y según sea esa zona “geográfica”, podrás percibir antes el dulce, el amargo, el salino… Una copa más estrecha, por ejemplo, lanza el vino a la punta de la lengua, estimulando la percepción dulce. Si es más ancha, el líquido va más atrás y excita otras zonas y papilas gustativas distintas.

La prueba


Efectivamente, todo esto hay que probarlo, para constatar que así ocurre, y lo hicimos con varios vinos de Abadía Retuerta y diferentes modelos no solo de Riedel, también copas de vidrio como las que se ven en algunas tabernas donde el vino no importa mucho. Probamos con un vino blanco, un cabernet sauvignon y otro tinto de syrah, y para cada uno de ellos la mayor parte eligió la misma copa, donde el vino sabía mejor. Jordi Segura afirma que este sistema de prueba, con consumidores, determina qué copa se sacará al mercado para un vino determinado (pinot noir, blanco con madera, oporto….) y que para Riedel, la fábrica austriaca, lo que importa es la técnica y no la estética, ya que su máxima es “El contenido determina la forma”.

Si te interesa disfrutar a tope de los vinos, hazte con una buena copa, con los criterios que te hemos contado, o con un juego de ellas, para apreciar lo mejor de tus botellas cuando las descorches.

Raquel Pardo

Fuente: Sobremesa

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