El Gourmet Urbano: Alternativas a la mayonesa para los días de calor #Recetas #deliciosas

domingo, 10 de julio de 2016

Alternativas a la mayonesa para los días de calor #Recetas #deliciosas

Cuatro ideas para sustituir uno de los aderezos con más riesgos alimentarios en verano

La mayonesa es una salsa básica de la cocina mundial; un ingrediente imprescindible para muchas recetas, como la ensaladilla rusa, que son difíciles de imaginar sin ella. Protagonista de preparaciones frescas, como sándwiches y bocadillos, diversas ensaladas o huevos y tomates rellenos, esta salsa tiene un problema: como se elabora con huevo crudo, puede causar salmonelosis, sobre todo en verano. Si se está en casa, con la nevera no hay problema, pero si se come de táper, ya sea en la playa, en un día de campo o en el trabajo, no es la mejor opción para llevar. En el siguiente artículo se brindan distintas ideas y recetas para sustituirla.

Imagen: 5PH

La mayonesa es una salsa sabrosa y su preparación es muy sencilla: basta batir un huevo crudo ligeramente aliñado con unas gotas de vinagre o de limón y una pizca de sal y agregar aceite a la vez que se va emulsionando. Sin embargo, tiene un gran riesgo de intoxicación alimentaria. El huevo crudo puede ser portador de Salmonella y transmitirla a la salsa, sobre todo si la mayonesa no se consume al momento o no está guardada en un entorno cerrado y frío, a unos 4 ºC.

Para evitar dicho peligro -sobre todo, cuando se come algo casero, pero fuera del hogar- se pueden utilizar salsas semejantes en textura y apariencia en las que se sustituye el huevo por leche, ya sea de vaca o de soja. También, en vez de usar leche líquida, se pueden realizar estas salsas con yogur. De esta manera se evita el peligro de contaminación, a la par que se disfruta de la salsa como se haría con la mayonesa.

Además de la lactonesa, que sería la principal salsa sustituta de la mayonesa, también hay posibilidad de preparar otros aderezos que, sin tener la textura de la mayonesa, dan opciones al hacer platos veraniegos con salsas refrescantes.

1. Salsa lactonesa: sustituir el huevo por leche


Las proporciones son las siguientes: por cada medio litro de aceite, 100 ml de leche; es decir, cinco partes de aceite y una de leche. El vinagre y la sal son al gusto.

Para prepararla, se vierte la leche en un vaso de batidora, se agrega sal y un poco de zumo de limón. Hay que batir la mezcla y, cuando espese, añadir, poco a poco y sin dejar de batir, el aceite de girasol y un poco de aceite de oliva hasta formar una salsa compacta y cremosa.

La principal utilidad de esta salsa es la de acompañar todo tipo de alimentos (pescados cocidos, a la plancha y fritos, entrantes, mariscos, huevos o patatas fritas), como elemento aglutinante en las ensaladillas y para elaborar salsas derivadas.

Se pueden dar variaciones en su composición. Esto quiere decir que es posible utilizar cualquier tipo de aceite, incluso mezclándolos; usar leche de vaca o de soja; y, en vez de vinagre, emplear zumo de limón. Si quedase muy espesa, se puede aligerar con agua, leche, zumo de frutas y de verduras.

2. Salsa de tofu con un toque de ajo


Ingredientes: 40 gramos de tofu cremoso, dos cucharadas de zumo de limón, medio o un cuarto de diente de ajo pelado y 100 ml de aceite de oliva suave.

Se mezclan todos los ingredientes en un vaso de batidora y se trituran a potencia media hasta formar una crema uniforme. Se pone a punto de sabor con un toque de pimienta blanca o unas gotitas de salsa de soja para darle un toque saladito.

Esta salsa es idónea para acompañar ensaladas, marisco cocido y a la plancha, pescados asados, fritos o rebozados y pechuga a la plancha.

3. Aderezo de yogur para ensaladillas


Ingredientes: un yogur natural, 100 ml de aceite de oliva, dos cucharaditas de vinagre o zumo de limón y un poco de sal y cebollino troceado.

Se mezcla todo hasta formar una salsa homogénea y que la textura y consistencia de la salsa sea del gusto del chef. Las cantidades pueden variar un poco según los gustos y la textura que se le quiera dar al final. Si se prefiere que quede un poco más cremoso, se usará más yogur. Si, en cambio, apetece que sea un poco más ligero, se empleará más de aceite, pero sin pasarse, ya que la textura debe ser cremosa.

4. Crema de aguacate o guacamole a nuestro estilo


Ingredientes: dos aguacates, un trocito de cebolla, medio diente de ajo, un trocito de chile jalapeño, unas hojas de cilantro, el zumo de medio limón y un par de cucharadas de aceite de oliva.

Hay que partir los aguacates por la mitad y vaciar la pulpa en un recipiente. Después, se deben pelar y triturar con la batidora un trocito de cebolla, medio diente de ajo, un trocito de chile jalapeño y unas hojas de cilantro, hasta formar una crema. Esta se mezcla con el aguacate en el recipiente y se aplasta hasta que quede como una papilla, a la que se le añade el zumo de medio limón y un par de cucharadas de aceite de oliva, mezclando todo muy bien. Se sazona mezclando de nuevo todo el conjunto y se lleva el guacamole a la nevera hasta el momento en que se use.

Si la crema de aguacate resulta muy picante, se puede prescindir del chile jalapeño; de esta manera se tendrá una crema más suave, muy saludable y con la que es posible elaborar sándwiches, canapés, ensaladas y picoteo en general.

Por PEIO GARTZIA

Fuente: Eroski Consumer

No hay comentarios. :