El Gourmet Urbano: Ana Román hace del Alto Horno de chocolate un dulce monumento en Sestao #Bizkaia #España

miércoles, 8 de julio de 2015

Ana Román hace del Alto Horno de chocolate un dulce monumento en Sestao #Bizkaia #España

Ana Román, portugaluja de pro, decidió que Sestao merecía tener un digno recuerdo de su pasado

El Alto Horno de chocolate se acompaña de una reseña de la historia de este símbolo industrial

Ana Román no procede de una familia de tradición repostera y tan siquiera se ha formado en una escuela de pastelería-repostería al uso, pero desde hace tres años regenta una tentadora mansión para golosos en la Gran Vía de Sestao donde cada día pone los dientes largos a los amigos de los pasteles, las palmeras, las milhojas o las tartas. Su última audacia ha sido trasladar al chocolate a uno de los símbolos que han de hacerse imperecederos en el acervo histórico popular de Sestao: el Alto Horno 1, un emblema reconocible como lo es para Bilbao su apetitosa y floreada baldosa o el metrito, la dulce sardina de chocolate para el imaginario santurtziarra o los postres del Puente Colgante de Portugalete.

Ana Román, portugaluja de pro, decidió que Sestao merecía tener un digno recuerdo de su pasado

“Me di cuenta de que Sestao no tenía ningún símbolo que pudiera ser objeto de recuerdo y regalo como sí tienen otras localidades y el horno es excepcional”, reseña Ana quien reconoce que la idea le ha quitado más de una hora de sueño. “Todo empezó en enero de este año ya que, aunque esta idea me barruntaba en la cabeza desde varios meses antes, fue el galardón del concurso de escaparates del Ayuntamiento de Sestao, en el que me regalaron un cuadro del Alto Horno, el que supuso el empujón final para poner en marcha este proyecto”, señala esta portugaluja, de Carlos VII, quien reconoce que se siente muy orgullosa de Sestao.


“Paso más horas aquí que en la villa y me siento muy a gusto en esta localidad que ha sido una de las principales fuentes de riqueza de Bizkaia”, señala esta madre de familia que no esconde que sus allegados, su marido y su hijo, fueron los que más le animaron a seguir con el empeño de dotar a Sestao de este dulce regalo.

“Es un dulce que tiene una gran calidad ya que lleva cerca de un 85% de cacao lo que le aporta un gran sabor a chocolate”, destaca esta mujer que aunque reconoce sentirse jarrillera por los cuatro costados, y está en un sin vivir por el posible ascenso del Portugalete, no ha dudado en vestir su goloso escaparate con los colores verdinegros del Kaiku y del River. “Ya estamos ultimando para las fiestas de San Pedro las carolinas con los colores del River y de Kaiku”, adelanta esta empresaria pastelera que ya ha encargado las obleas con la imagen del cartel de fiestas de Sestao para adornar todo tipo de tartas que expende en su establecimiento.


ESTUCHE


Mientras, su preocupación está trufada de esperanza en el dulce símbolo que a su juicio se merece Sestao al que no ha dudado en convertir en chocolate negro, blanco y de leche para abarcar a un mayor número de clientes. “No queríamos hacer solo un chocolate con forma del Horno Alto si no un recuerdo de la industria de Sestao”, remarca Ana Román quien resalta que el sabroso dulce se despacha en un estuche que contiene una foto del horno y otra del antiguo kiosco de la principal plaza sestaoarra de principios del siglo XX.

“El estuche también lleva una pequeña tarjeta donde se dan a conocer algunos datos sobre el propio Horno Alto como su fecha de inauguración o sus medidas de alto y su capacidad productiva”, subraya esta joven pastelera que ya anda estudiando la posibilidad de ofrecer otras variantes del dulce horno pensando en personas como los diabéticos o los celíacos. “Para nosotros no se trata de un postre más si no de un dulce recuerdo de Sestao pensado tanto para los vecinos de la localidad como para aquellos que no viven aquí pero conocen o han oído hablar de la historia industrial del pueblo”, reseña esta emprendedora.

Por el momento esta empresaria de la pastelería Gran Vía de Sestao ha puesto en circulación un millar de altos hornos de chocolate en las tres variedades, con un peso aproximado de 125 gramos, al precio de 3,90 euros. Ahora solo falta esperar a que los sestaoarras hagan suyos, para degustar o para regalar, este dulce monumento aunque como advierte Ana Román “el dulce que más se vende en Sestao, con diferencia, es la carolina”.

LEO BENITO

Fuente: Deia

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