El Gourmet Urbano: Historia de las mejores tortas de miel de la Campiña sevillana #España

miércoles, 17 de junio de 2015

Historia de las mejores tortas de miel de la Campiña sevillana #España

Artesanos Corpas, galardonada con el «candil de oro», se expandió en 2006 a partir de un solo obrador
 Un domingo por la tarde las calles de los pueblos suelen estar vacías. Tanto, que parecen pueblos fantasmas si no fuese por el ocasional coche que se encuentra de paso. Y eso ocurre especialmente en esta época del año, cuando el calor obliga a encerrarse en casa, a prolongar más la sobremesa. Pero en ese momento hay algo que no suele fallar para acompañar el cafelito con la familia: los pasteles.


Abraham Santiago, Antonio Parra y Manuel Rodríguez posan en el obrador con el «candil de oro»
J.L.MÁRMOL

De este modo, combatiendo contra la dura meteorología, la gente se dirige a la pastelería más cercana para «saquearla». Sin embargo, si uno se encuentra en Marchena, La Puebla de Cazalla o Arahal, se preocupa por hacer un viaje más largo, pero cuyo resultado final hace que merezca la pena. ¿El destino? La pastelería «Artesanos Corpas».

Sus establecimientos no suelen estar vacíos demasiado tiempo, cosa que sí sucede rápidamente con los productos de sus mostradores. Y es que los pasteles de «Artesanos Corpas» son únicos en la Campiña. «Si te fijas bien, no verás ninguno igual. Ni siquiera entre los del mismo tipo», observa Miguel Rueda, uno de los propietarios de este negocio familiar que se remonta a dos generaciones.

Esto se debe a que todos y cada uno de los pasteles se realizan a mano, de forma artesanal, en el obrador de la empresa. «Y con productos naturales, frescos, sin aditivos, ni conservantes ni nada industrial o químico», afirma orgulloso Antonio Parra, «solo la pasteurización, porque es algo obligado».

Esta forma de trabajar es algo que ha caracterizado el negocio desde que hace varias décadas los abuelos de los actuales propietarios comenzasen a vender sus productos en Marchena. «Ellos venían aquí, horneaban los pasteles en las casas de los vecinos y los iban vendiendo de feria en feria, en la calle, los trenes...».

Así comenzó la fama de estos dulces, provocando que la familia Corpas se asentase definitivamente en Marchena. Desde el año 2004, el negocio dio giro más ambicioso, pasando de la «Pastelería Corpas» a «Artesanos Corpas».

Hablar de repostería y de Marchena es hablar, indudablemente, de las tortas de manteca. Este producto es un clásico, como los mostachones en Utrera. Pero para el consumidor de fuera, quizás sea un poco salado. De esta forma, los artesanos Corpas se pusieron manos a la obra (a la masa, en este caso) para idear un nuevo producto que tuviese la esencia de las tortas marcheneras, pero accesible a todos los paladares. De esta forma nacieron las tortas de miel. «Las de manteca se vendían en La Puebla, pero no tenían el éxito que tienen aquí, así que usamos el mismo hojaldre más ligero, y miel. Y así acertamos».

El producto ha sido un éxito desde entonces, tanto para el público como para los entendidos. No en vano, el pasado sábado recibieron el premio Candil de Oro, otorgado por la revista cultural Atalaya, en la categoría de gastronomía. Abraham Santiago y Manuel Rodríguez fueron a recoger el premio. «Ellos no buscaban dar un galardón a la competitividad», afirma Santiago, «sino reconocer las cosas hechas de forma tradicional, huyendo de otros procesos industriales, que tanto daño han hecho a la mano de obra». Este premio, por tanto, ensalza una forma de trabajar que llena de orgullo a estos pasteleros, sobre todo «cuando ves que la gente que entra en la pastelería por primera vez confirma que va a repetir visita, y eso es el mejor premio», dice.

JUAN LUIS MÁRMOL / MARCHENA

No hay comentarios. :