El Gourmet Urbano: El mercado de San Miguel cumple cien años pleno de vitalidad gastronómica

viernes, 17 de mayo de 2013

El mercado de San Miguel cumple cien años pleno de vitalidad gastronómica

El mercado de San Miguel de Madrid cumple cien años con el orgullo de haber creado tendencia gastronómica en España. Su combinación de puestos con productos artesanos y de comida informal de calidad ha inspirado a otras ciudades e impulsado una corriente de revitalización de estos establecimientos.

 

El mercado de San Miguel cumple cien años pleno de vitalidad gastronómica

 

Aunque en los alrededores de lo que en el siglo XIII era la iglesia de San Miguel hay constancia de actividad comercial desde el año 1200, no fue hasta 1913 cuando se acometieron las obras del mercado, bajo la dirección del arquitecto Alfonso Dubí.

 

El espléndido edificio es el único ejemplo de mercado de arquitectura en hierro que se conserva en Madrid, desaparecidos los edificios originales de los de La Cebada y Los Mostenses, por lo que se declaró Bien de Interés Cultural en la categoría de monumentos.

Mercado selecto de los años cuarenta a los sesenta del siglo XX, decayó por el desplazamiento de población hacia otras áreas de la ciudad. "Hubo varios intentos de reactivarlo y varias reformas arquitectónicas con los que no se logró recuperar del todo la actividad", detalla a Efe su presidenta, Montserrat Valle.

 

Por ello en 2003 se revisó el concepto y se determinó "ponerlo en consonancia con la zona turística en la que se ubica", añade. Cuando el 13 de mayo de 2009 reabrió con horarios ampliados y aunando la oferta de productos artesanales y zonas de degustación no sólo renació, sino que impulsó un modelo que se ha extendido a otros mercados de España, evitando su desaparición.

 

"Creemos que hemos abierto una vía para dar viabilidad a otros mercados, para seguir luchando contra que las grandes industrias se coman la producción artesanal", apunta su presidenta.

 

Unas 75.000 personas acuden cada semana, de las que el 40 por ciento son turistas extranjeros, y es que se ha convertido en punto de visita obligada para paladares exigentes de todo el mundo, como La Boquería en Barcelona, "lo que contribuye a difundir la gastronomía española, que es muy desconocida todavía", resalta Valle.

 

De propiedad privada, se define como "templo de los productos frescos, donde el protagonista no es el chef, sino el género" y "colmado a gran escala con degustaciones", con 33 puestos y un espacio central para ocho carritos cuyo negocio se varía cada seis meses para que "quien lo visite con asiduidad encuentre novedades".

 

Abierto desde las diez de la mañana hasta la medianoche -se amplía a las dos de la madrugada los jueves, viernes y sábados- permite hacer la compra, desayunar, almorzar, merendar, cenar y tomar una copa.

 

Entre sus columnas de hierro fundido conviven los puestos de frutas y verduras, carnes, pescados y mariscos con mostradores de ostras, embutidos, quesos, arroces, tortilla de patata, croquetas, panes, dulces y otras propuestas de ocio gastronómico.

 

"Los alimentos artesanos de pequeños productores que se ofrecen en los puestos son los mismos que se puede degustar allí", explica Valle, para quien es "muy importante dar viabilidad al pequeño comercio, a la producción artesanal de alimentación, porque la industrial es perjudicial para la salud".

 

"El pequeño comercio en gastronomía es equivalente a calidad", defiende Montserrat Valle.

 

Y aunque el mercado se presenta como una "alternativa a las grandes superficies", la compra en los puestos es precisamente la "asignatura pendiente". Mientras que San Miguel triunfa como lugar para comidas informales, "aún hay que luchar para que los madrileños entiendan que también se pueden hacer la compra fácilmente gracias a su amplitud de horarios", señala.

 

Para celebrar su siglo de vida, el 13 de mayo el mercado de San Miguel cerrará sus puertas por exigencias del guión, ya que acogerá la actuación de la Orquesta Vegetal de Viena, cuyos músicos crean sus instrumentos con vegetales y que han actuado en escenarios como el Royal Albert Hall de Londres.

 

Dado que el número de asistentes debe ser reducido para disfrutar de la música de estos originales instrumentos, serán comerciantes y sus familiares quienes disfruten de esta propuesta, con la que se brindará para desear larga vida al mercado.

 

(Agencia EFE)

 

Fuente: noticias.lainformacion.com

 

 

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